Las fotografías me las pasó una amiga. Estaba en la plaza Bolognesi en un tráfico de locos. El taxi que la trasportaba, no avanzaba un centímetro. Y como siempre ocurre en nuestro país, apareció “Pepe el vivo” metiéndose al óvalo.

En realidad, fueron varios Pepes. No podían faltar los choferes del transporte público y hasta una ambulancia que no estaba en emergencia. Y sí, lo que ven de refilón es un camión.